Blog sobre Medicina y Nutrición Orthomolecular

Lo que la microbiota cuenta… cuando nadie la está escuchando

Escrito por Dra Alejandra Rodriguez Zia | Jul 7, 2025 1:00:00 PM

Hace unas semanas conocí la historia clínica de una colega que me dejó pensando. Se llama Dra. Lacey. Fue cantante de ópera, luego quiropráctica, y más tarde, tras una crisis de salud devastadora, se volvió especialista en medicina funcional.

¿La causa de su enfermedad?

Una casa con moho.

Una casa contaminada por biotoxinas terminó siendo el detonante de síntomas neurológicos, inmunológicos y digestivos graves. ¿La solución? No vino en un comprimido ni en un ansiolítico. Vino de un protocolo profundo y poco conocido que empieza… en el intestino.

Sí. En la microbiota.

El intestino no solo digiere: informa, regula y protege

Cada vez que subestiman la microbiota como si fuera “moda”, me acuerdo de pacientes como Lacey. O de miles que veo en consulta con fatiga crónica, niebla mental, hipersensibilidad, enfermedades autoinmunes o trastornos del ánimo. Todos con un factor común: disbiosis intestinal profunda y no diagnosticada.

Y no hablo de “un poco de gases” o “estreñimiento funcional”.

Hablo de biofilms resistentes. De sobrecrecimientos fúngicos invisibles a los estudios clásicos. De bacterias proinflamatorias desbordadas. De intestinos que no absorben nutrientes ni producen butirato ni regulan la inflamación sistémica.

¿Qué hacemos cuando los síntomas no encajan en los protocolos?

Lo que más me impactó del caso de Lacey fue cómo pasó años siendo subestimada por el sistema médico. Hasta que entendió que su intestino no estaba funcionando como una simple barrera: estaba actuando como un amplificador de toxinas.

Su recuperación incluyó péptidos inmunomoduladores, ligandos, fibras especializadas y, sobre todo, un rediseño completo de su ecosistema intestinal.

No fue magia. Fue bioquímica aplicada. Y fue una lección para todos nosotros: la salud intestinal no se improvisa.

¿Y en nuestros pacientes?

¿Cuántas veces tratamos a personas con enfermedades inflamatorias, autoinmunes o neurológicas... sin preguntarles cómo están yendo al baño?

Y lo más duro: ¿cuántas veces descartamos lo intestinal porque “ya lo vieron otros médicos y no encontraron nada”?

El intestino es la raíz. Y tenemos que aprender a leerlo mejor.

Casos como el de Lacey no son aislados. Son señales de alerta. Porque detrás de cada paciente con diagnósticos múltiples, fatiga persistente o inflamación crónica… puede haber una microbiota olvidada.

Y no alcanza con probar suplementos al azar o seguir modas. Necesitamos estudiar, entender, personalizar.

Ese es el desafío. Y también la oportunidad.

 

📌  En nuestro próximo encuentro con el Dr. Gabriel Vinderola vamos a profundizar en estas herramientas: cómo se estudia hoy la microbiota, qué estrategias tienen respaldo real y cómo integrar este conocimiento en la práctica clínica.

Si sentís que es hora de mirar más allá de los síntomas, estás invitado.

Más info acá: Webinar Microbiota Intestinal con Gabriel Vinderola

 

¿Y vos? ¿Cómo evaluás la microbiota en tus pacientes?
💬 Te leo en los comentarios. Porque compartir miradas es también parte de transformar la práctica clínica.